lunes, 3 de agosto de 2015

Fwd: Bloque 1 Antecedentes





BLOQUE I
De principios del siglo XVI a principios del siglo XVII
Competencias que favorecen:
  • Comprensión del tiempo y del espacio históricos
  • Manejo de la información histórica
  • Formación de una conciencia histórica para la convivencia
Antecedentes
Aprendizaje esperado: Valora los aportes de las civilizaciones de la Antigüedad y de la Edad Media a los inicios del mundo moderno
Las civilizaciones de la Antigüedad en América, Europa, Asia y África, y de la Edad Media al inicio del mundo moderno.
Los ancestros de los seres humanos actuales vivieron en África hace más de 2.5 millones de años. No obstante, en ese larguísimo periodo inventaron algunas de las cosas que nos siguen definiendo como humanos, como el lenguaje, el dominio del fuego y de las herramientas. Los seres humanos modernos (Homo sapiens sapiens) aparecieron hace 200 000 años; algunos grupos salieron de África, rumo a Asia, hace 75 000 años allí empezaron a poblar el mundo de manera paulatina.
Conocemos un poco mejor la historia humana a partir del año 10 000 antes de nuestra era, cuando se inició la domesticación de plantas y animales. Al permanecer cercas de los cultivos, los grupos humanos se fueron volviendo sedentarios, con lo que aparecieron las primeras aldeas. Las condiciones de vida mejoraron y la población aumentó. Con el paso del tiempo algunas aldeas crecieron y se transformaron en ciudades con alrededor de cinco mil habitantes.
En el año 9 000 antes de Cristo (a.C.) surgieron los primeros asentamientos en Jericó, una de las urbes más antiguas del mundo; Hassuna y Samarra se fundaron siglos después. Cerca de 3 100 a.C. se fundó Ménfis, en Egipto, y en 2 200 a.C. Babilionia, en Mesopotamia.
La aparición de la ciudades marcó el inicio del periodo conocido como Revolución Urbana. Las personas se organizaron, se dividieron el trabajo y se formaron grupos especializados en ciertas actividades, como la producción de utensilios o alimentos.
Conforme aparecieron nuevas actividades, fue necesario regularlas mediante un gobierno y leyes. Debido a la necesidad de registrar y administrar lo que comerciaban, así como para plasmar estas leyes, las primeras culturas agrícolas inventaron, por necesidad, la escritura.
Poco a poco las sociedades se hicieron más complejas y jerarquizadas: había sacerdotes, guerreros, funcionarios, arquitectos, comerciantes, artesanos, campesinos, obreros y esclavos. Estas clases sociales vivían bajo órdenes de un rey-sacerdote, el cual ejercía el poder religioso y político, en una forma de gobierno conocida como teocracia.
Las primeras civilizaciones agrícolas, como Mesopotamia, Egipto, China y la India, se desarrollaron en los márgenes de ríos caudalosos, principalmente en las zonas fértiles de Asia y el noreste de África.
Las civilizaciones de Oriente Medio tuvieron una importancia enorme en el desarrollo de otros grupos humanos . Por ejemplo, las ciudades empezaron a establecerse en esa región: las primeras leyes y religiones organizadas también nacieron allí; la escritura tuvo su origen en la necesidad de transmitir y hacer perdurar las leyes.
En el noreste de África, en Egipto, una civilización casi tan antigua como la de Mesopotamia se desarrollo en los márgenes del río Nilo. Las inundaciones anuales, así como la zona pantanosa del delta, favorecieron que la región se convirtiera en una de las más productoras de trigo. En el norte, varias poblaciones quedaron subordinadas a señoríos encargados de la defensa y de la religión, y hacia el año 3 000 a.C. algunos de ellos consiguieron unirse y establecer un sistema hereditario, con lo que formaron dinastías.
Los egipcios desarrollaron un sistema de escritura semejante Mesopotamia, aunque los más conocidos son los jeroglíficos. Algunos de los más viejos relatos de la humanidad provienen de Egipto, aunque tal vez sus prácticas mortuorias se encuentran entre las más difundidas. las pirámides y otros monumentos que levantaron para servir de tumba a faraones y miembros de las familias gobernantes continúan siendo motivo de asombro.
Para la religión egipcia había vida después de la muerte, y aunque era politeísta, al menos durante un periodo consiguió imponerse una doctrina monoteísta que adoraba al sol. Tiempo después los egipcios recibirían la influencia de los pueblos helénicos y de Roma.
India, China e Indonesia se convirtieron en regiones con una alta producción de cereales, an particular el arroz. En el subcontinente indio, ríos como el Ganges, el Indo o el Narmada, con grandes caudales alimentados por los deshielos de la cordillera del Himalaya, propiciaron el establecimiento de numerosas aldeas y ciudades en sus márgenes.
Los monzones, huracanes que siguen inundando enormes áreas, beneficiaron a toda esa región, lo mismo que a Indonesia y China. Debido a la fertilidad de las tierras bañadas por los caudalosos ríos Yangtsé y Amarillo, esta última civilización alcanzó la prosperidad y se convirtió en una de las regiones más pobladas del orbe, con gran influencia en otros pueblos, como los japoneses.
En China, grandes señoríos dominaban a numerosos pueblos de campesinos, subordinados a un emperador. La religión se encontraba estrechamente vinculada con los elementos naturales, aunque por lo menos desde el siglo VI a.C., gracias alas enseñanzas de los filósofos Lao Tsé y Confucio, ésta contienen una fuerte carga moral.
Los chinos inventaron la pólvora, que usaban para fuegos artificiales, así como el papel y la imprenta fija. En las artes destacaron en pintura y arquitectura, pero especialmente en literatura, en varios de sus géneros: poesía, épica y teatro.
A diferencia del resto de las civilizaciones agrícolas, las ciudades griegas nunca conformaron un imperio centralizado. El comercio marítimo favoreció el desarrollo de las polis o ciudades independientes, como Esparta y Atenas. En esta última se elaboraron leyes que permitieron crear la primera democracia en el mundo. De las academias atenienses surgieron filósofos, geógrafos, matemáticos, historiadores y artistas notables. Esparta, en cambio, era una ciudad dedicada a la guerra.
En el siglo VIII a.C. surgió una ciudad que compartía las características de otras civilizaciones del Mediterráneo: Roma. Ésta se convirtió en una república con leyes donde se fijaban reglas a los ciudadanos, en especial a los gobernantes, además de que tenía un consejo de gobierno llamado Senado. Poco a poco fue conquistando numerosos pueblos hasta formar un vasto territorio, que para el año 27 d.C. se convirtió en imperio.
Las campañas bélicas de Roma siempre estuvieron acompañadas de un proceso de civilización mediante el que imponía su cultura a los territorios conquistados, como el latín como idioma oficial de las provincias, la aplicación de las leyes romanas, la creación de nuevas ciudades y la construcción caminos, acueductos y puentes en las regiones dominadas. El derecho romano sobrevivió durante los siglos siguientes y hoy es todavía la base de las leyes de muchos países.
A finales del siglo II el imperio Romano comenzó a debilitarse debido a los enormes gastos de guerra y administración. Los jefes militares, que controlaban las provincias, adquirieron gran poder y se disputaron con el gobierno el mando de sus dominios. Estos conflictos políticos internos condujeron a la división del imperio en dos partes: el de Occidente, que conservó su capital en Roma, y el de Oriente, con sede en Constantinopla.
América fue un caso excepcional en ese periodo, pues aquí florecieron grandes civilizaciones como la Olmeca, reconocida como la más antigua. En la península de Yucatán y en el norte de América Central varias ciudades dominaron la selva y otros pueblos. Los señoríos mayas florecieron entre el siglo IV y el IX y luego decayeron; fueron notables matemáticos y guerreros, que establecieron sistemas calendáricos precisos.
En el Altiplano Central de México, grupos otomíes construyeron Teotihuacán, una urbe que tuvo una enorme influencia en la región hasta el siglo X, los mexicas, asentados en Tenoctitlán, se convirtieron en el imperio más poderoso de la región.
En América del Sur las principales civilizaciones quechuas florecieron en las más altas regiones de los actuales Perú y Bolivia. Hacia el siglo XV el imperio de los incas se había consolidado y dominaba la región; una buena parte de sus tradiciones comunitarias siguen presentes en los pueblos indígenas y mestizos de América.
Actividades:
    Inicio:
    Actividad para el fortalecimiento de la comprensión lectora y matemáticas
    Propósito: Ubicar cronológicamente las principales culturas de la antigüedad.
  1. Elabora una línea de tiempo en donde se muestra el periodo de duración de las culturas agrícolas, Mesopotamia, China, Egipto e India.
    Desarrollo:
    Actividad para el fortalecimiento de la comprensión lectora y matemáticas
    Propósito: Identificar y asociar las características y aportes de las diferentes culturas de la antigüedad.
  2. Realiza un cuadro de doble entrada y escribe en él las características de cada una de las civilizaciones antiguas.
  3. Solicitar que por equipos ubiquen en mapas las principales áreas culturales en el mundo antiguo.
    Cierre:
    Actividad para el fortalecimiento de la comprensión lectora y matemáticas
    Propósito Redactar y comentar la importancia de las actividades económicas y sociales de las diferentes culturas de la antigüedad.
  4. Realiza una historieta con las imágenes de la actividad de Inicio sobre los rasgos culturales de 2 culturas
  5. Realiza un texto breve sobre desarrollo de la agricultura, el comercio, las ciudades y la expansión de las diversas religiones y culturas en el mundo.
    Proponer que compartan el texto con el grupo y lo enriquezcan en caso necesario.